El Ayuntamiento de Cornellà acaba de empezar las obras de rehabilitación de la masía de Can Maragall, un céntrico edificio destinado a convertirse en la sede del Centro de interpretación de la Historia de Cornellà de Llobregat. El futuro Centro se ha planteado como un espacio museístico que tiene por objetivo explicar la historia del municipio y su patrimonio histórico y cultural, y que a su vez sirva de plataforma y motor de propuestas que ayuden a preservar la memoria histórica de la ciudad y de sus habitantes.
La superficie total de actuación es de 1346 m2. De éstos, 796 m2 corresponden a las tres plantas de la masía, y 550 m2 al jardín de su entorno. Las obras durarán en torno a un año, y tienen un presupuesto de 2,3 millones de euros, financiado con el apoyo de la Diputación de Barcelona, el Área Metropolitana de Barcelona y los fondos europeos Next Generation. El Ayuntamiento adquirió la masía hace unos años por importe de 1,7 millones de euros.
Can Maragall es una de las masías más antiguas de Cornellà, documentada desde el siglo XIII. Ha sufrido diversas reformas importantes, tanto en la segunda mitad del siglo XVIII como durante el siglo XX. Su nombre actual responde a que la familia veraneaba, aunque su último uso, hasta principios de este siglo, fue como residencia de ancianos.
Está situada en el centro de la ciudad, a pocos metros del Ayuntamiento, en la confluencia de la carretera de Esplugues con la Rambla de Anselm Clavé. El conjunto es un bien cultural de interés local, incluido en el catálogo de protección del patrimonio arquitectónico de Cornellà de Llobregat.
Un edificio polivalente y funcional
Las actuaciones que se llevarán a cabo en la masía tienen carácter de consolidación, conservación, restauración y restitución del conjunto a fin de poner en valor su carácter patrimonial.
Por fuera, se mantendrá el volumen del actual edificio, exceptuando el derribo de un cuerpo anexo de una altura en la fachada oeste; esto permitirá volver a la fisonomía original de la masía. No está previsto actuar sobre la cubierta porque ya fue restaurada por el Ayuntamiento en 2017, poco después de adquirir el edificio.
El interior se rehará profundamente para recuperar la estructura tipológica de la masía original, con tres naves centrales y dos laterales. En la fachada oeste, se destapiarán los arcos, lo que permitirá verla cómo se había concebido inicialmente, antes de múltiples reformas; en este espacio de doble altura, habrá un salón de actos.
La escalera interior se sustituirá por una adaptada a la normativa actual y también se instalará un ascensor. En cuanto a la distribución, en la planta baja se prevé que exista la recepción, espacios de trabajo, la mediateca, y el salón de actos. Ambas plantas superiores se dedicarían a espacio expositivo, además de una sala para el taller de actividades, con acceso al jardín.
El jardín exterior tendrá dos tratamientos diferenciados: el de la fachada oeste se incorporará al espacio público, como una plazoleta con espacios de estancia bajo la sombra de los árboles originales del jardín. El de la fachada este quedará protegido por la valla perimetral y se dedicará a actividades del propio equipamiento.